Milagros en casa
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Milagros en casa

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Bienvenidos.

"La Voluntad de Dios para mi es perfecta felicidad."

Milagros en Casa nace de la idea de que el milagro está en tu casa, está en ti, en tu interior. Se trata de retornar a nuestra casa, a nuestro Ser, a nuestro hogar verdadero. Se trata de recordar quiénes somos y dónde estamos: aún somos tal como Dios nos creó.

Milagros en Casa es una invitación abierta para compartir Un curso de milagros. Hemos sentido el impulso de abrir nuestra casa al estudio, la práctica y el entendimiento de este gran libro. 

Sobre Un curso de milagros

El Curso es un documento metafísico de primer orden donde podemos encontrar respuestas a muchas preguntas e inquietudes. Se trata de un texto espiritual que presenta un sistema puramente no dual que no regatea sobre la realidad del mundo y declara abiertamente su inexistencia. Una de sus principales características es que no hace concesiones con respecto a este punto, lo que nos lleva a replantearnos todos nuestros puntos de vista y las creencias que tenemos con respecto al mundo.

UCDM fue transmitido a través de Helen Schucman y Bill Thetford, psicólogos clínicos y profesores del Hospital Presbiteriano de la Facultad de Medicina y Cirugía de la Universidad de Columbia en Nueva York. Según ellos mismos, trabajaban en un entorno laboral difícil, y fue su acuerdo común de encontrar “una manera mejor” de relacionarse entre ellos y con el resto del personal del departamento lo que propició el inicio del dictado interno que llevó a la redacción de UCDM. El Curso propone transformar la jaula que pueden ser nuestras relaciones (lo que el Curso llama relaciones especiales: de pareja, padres e hijos, amigos, etc.) en la escuela que nos permite aprender a perdonar nuestras proyecciones, ver la inocencia de nuestros hermanos y escapar de la culpabilidad junto con ellos.

Un curso de milagros es un entrenamiento mental. Como el mismo Curso dice, una mente sin entrenar no puede lograr nada. Seguramente somos conscientes de los cientos de pensamientos irrelevantes que pensamos cada día, de su naturaleza desordenada y a veces caótica, y de que a menudo nos resulta muy difícil detenerlos. El Curso nos enseña el uso correcto de la mente.

            La belleza y profundidad de algunos de sus pasajes producen una profunda resonancia en nosotros que nos acerca al recuerdo de una verdad olvidada pero aún viva en nuestro interior. El Curso suele calar hondo en las personas porque al oír la verdad, la reconocemos y sentimos su atracción irresistible.   

            El Curso es literalmente un Curso que ha de estudiarse, practicarse y aprenderse. Su fin declarado es el logro y el manteniendo del estado de paz. Apunta a la existencia de dos sistemas de pensamiento, que describe y diferencia, especificando que no podemos pensar independientemente y sin adherirnos a uno de ellos. Se trata del sistema de separación, o ego, basado en el miedo, que propugna que tenemos una identidad individual separada, y el sistema del Espíritu Santo que nos devuelve a nuestra conciencia de unidad, al amor y a la unión.

            Uno de los aspectos más extraordinarios de UCDM es que no deja preguntas sin responder. Nos explica claramente quiénes somos, de dónde venimos, cómo hemos acabado aquí y cuál es la vía de vuelta a nuestra condición original. Es posible que sus explicaciones no siempre resultan fáciles de entender o aceptar, particularmente debido a las resistencias que provocan, pero no son ambiguas.

            UCDM propone el uso del perdón como vía regia para la reunificación de la mente y el acercamiento a nuestra verdadera identidad. Ahora bien, no se trata del perdón que no es familiar, en el que alguien perdona a otro por piedad y a menudo por creerse mejor persona. Se trata más bien de un perdón basado en entender cómo funciona la mente dividida, la irrealidad del sueño del mundo y nuestra identidad compartida con nuestros hermanos, de modo que el perdón siempre está justificado y la salvación no depende caprichos circunstanciales.

            A otro nivel, UCDM restablece o restaura nuestra relación con lo Divino, con el Hijo de Dios que ya somos, despejando la conexión vertical con esa parte de nosotros que nunca ha abandonado el hogar del Padre.

            Helen Schucman atribuyó la voz que le dictó el texto mediante el sistema de dictado interno a Jesús de Nazaret, que en el texto habla en algunas ocasiones en primera persona. Ahora bien, no hace falta creer este punto para practicar el Curso y beneficiarse de sus propuestas. Según el propio Curso, la Verdad se sostiene por sí misma.  

El Curso tiene un lenguaje cristiano. Habla del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Muchas veces este lenguaje puede producir resistencias en personas que han tenido una educación religiosa y se han apartado del cristianismo, pero el sentido que el Curso da a estos conceptos difiere mucho del original. En este sentido, el Curso es todo buenas noticias: el pecado no existe y el sacrificio no tiene ningún propósito.

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“La callada respuesta”

"En la quietud todas las cosas reciben respuesta y todo problema queda resuelta serenamente."

Un  curso de milagros